La Fiesta de la Virgen de los Rondeles, fue declarada a finales del
año 2001 Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Esa
noche, víspera de Santa Lucía (13 de diciembre), el fuego adquiere
un protagonismo muy especial, iluminando el recorrido de una
procesión que hunde sus raíces en las brumas del tiempo.
Inicios
Son
muchas -y muy variadas- las teorías que intentan explicar este
fenómeno. Lo que sí esta fuera de toda duda es que desde principios
del siglo XVIII el colectivo formado por los molineros de aceite
llevaba en procesión sus capachos de esparto ardiendo, en un
sencillo acto de acción de gracias por la cosecha a la Divina
Pastora. Al principio los rondeles iban desplegados, siendo su
combustión mucho más rápida, este fue el motivo por el que en 1974
se adoptó la costumbre de llevarlos enrollados, para así poder
garantizar su duración.
Después
de la Guerra Civil la Fiesta no se celebró durante algunos años,
siendo uno de los motivos el que -según alguno de sus detractores-
tuviese un carácter más pagano que cristiano por el hecho de que en
la forma antigua de celebrarlo participasen mujeres que, como los
hombres, también eran portadoras de rondeles. La celebración
resurgió nuevamente, aunque Los Rondelescon modificaciones
sustanciales, en la década de 1970. Es a partir de esta época cuando
va tomando cuerpo la idea de crear una asociación que no solamente
mantuviera viva la tradición sino que al mismo tiempo preparara,
coordinara y organizara cada año la celebración. Finalmente, en
1993, se crea la Asociación Amigos de los Rondeles, y algunos años
más tarde, concretamente en 1999, la asociación y la corporación
municipal llegaron a un acuerdo que posibilitó la restauración de la
Ermita de la Veracruz, sede de la Virgen de la Pastora desde el año
2000.
La Fiesta
Los
actos comienzan alrededor de las 10 de la noche, con la bendición
del fuego que ha de encender los capachos impregnados en aceite.
En una sociedad básicamente rural como la nuestra la participación
de la Iglesia ha consistido en cristianizar antiguos ritos paganos
de transición (solsticios de verano e invierno) En el caso concreto
de los Rondeles pasamos de un tiempo denso (recogida de la cosecha)
a otro más lento y suave en las tareas agrícolas (el abonado de la
tierra, la ara y la tala) En este sentido el Cristianismo ha
adoptado una serie de elementos ya de por sí muy antiguos,
institucionalizando mediante el uso de imágenes y advocaciones
diversas algo tan natural y primitivo como es el deseo del hombre de
estar en armonía con la madre naturaleza, en la que vive y de la que
depende.
Es
entonces cuando el numeroso grupo de rondeleros inicia una andadura
que, desde la pequeña plaza que se encuentra junto a la Ermita de la
Veracruz -Ermita de la Veracruzedificada sobre el solar de una
antigua mezquita-, asciende hasta la parte más alta del pueblo,
lugar en el que se ubica la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.

La luz
producida por los portadores de los capachos ilumina un trayecto que
discurre a través de calles estrechas y empinadas, herencia de lo
que fue la ciudad islámica. La mezcla de elementos tan diversos como
el fuego, el humo de la combustión, el olor a aceite y el sonido de
instrumentos tan peculiares como las castañuelas moriscas contribuye
a crear una atmósfera irreal en la que las llamas proyectan sombras
fantasmagóricas sobre las fachadas de los edificios que jalonan el
recorrido de esta singular procesión.
Esta
faceta estética sirve para desarrollar las emociones individuales y
colectivas porque hace que el individuo utilice todos sus sentidos
y, a través de esa utilización, se integre de forma plena en la
Fiesta, bien formando parte de la procesión o integrado en el
numeroso público que asiste al evento.
Este
fuego ilumina y purifica el camino de la Pastora, una advocación de
la Virgen María. En el año 1703 Isidoro de Sevilla Virgen de los
Rondeles -un sacerdote capuchino de profunda devoción mariana-
concibió, mediante una revelación o un sueño, la imagen de la Divina
Pastora. El Padre le hizo al artista Miguel Alonso de Tovar, miembro
de la Escuela Pictórica Sevillana, la siguiente descripción: “En el
centro y bajo la sombra de un árbol, la Virgen Santísima sentada en
una peña, irradiando de su rostro divino amor y ternura. La túnica
roja, pero cubierto el busto hasta las rodillas de blanco pellico
ceñido a la cintura.
Un manto azul,
terciado al hombro izquierdo, envolverá el entorno de su cuerpo, y
hacia el derecho en las espaldas llevará el sombrero pastoril, y
junto a la diestra aparecerá el báculo de su poderío. En la mano
izquierda sostendrá al Niño y posará la mano derecha sobre un
cordero que se acoge a su regazo. Algunas ovejas rodearán la Virgen,
formando su rebaño, y todas en sus boquitas llevarán sendas rosas,
simbólicas del Ave maría con que la veneran...”
Es
ya cerca de la medianoche cuando el cortejo formado por los
rondeleros, la pastoral, la imagen y el numeroso grupo de asistentes
culmina su recorrido junto a la que fue antigua mezquita mayor o
mezquita del viernes, hoy Iglesia de Santiago. Los rondeleros
aguardan junto a la puerta del templo hasta que la Virgen hace su
entrada en el edificio, lugar en el que permanecerá durante algunos
días. Una salve en su honor cerrará los actos de carácter religioso.
El
caño que se encuentra detrás de la Parroquia, junto a la calle
Castillo, es el destino final para el fuego que todavía consume el
esparto empapado en aceite.
Pero
no acaba aquí la Fiesta, ahora todos los participantes se dirigen a
la Plaza de Casarabonela, un espacio abierto fruto de la concepción
urbanística propia de las ciudades del Los RondelesRenacimiento. En
este marco incomparable los actos religiosos dan paso a otros de
carácter lúdico y festivo que se prolongarán hasta altas horas de la
madrugada.
El
segundo sábado posterior al 12 de Diciembre se efectúa el traslado
de la imagen desde la Iglesia de Santiago Apóstol hasta la Ermita de
la Veracruz -su sede habitual-, se Los Rondeleshace el segundo
sábado posterior al día 12, de noche y siguiendo un recorrido
distinto al de la subida.
Los actos comienzan con la preparación de los rondeles y el llenado
de los candiles que han de llevar los miembros de la Pastoral
Infantil.
La
Pastoral de los Mayores va acompañada por una de las pastorales que
participaron en el certamen celebrado con anterioridad al día 12.
Ambas agrupaciones, confrontadas en aquellos lugares donde hay
espacio suficiente para ello, tienen por costumbre alternar parte de
los villancicos que componen sus respectivos repertorios.
El
trayecto de vuelta, con la imagen de la Virgen precedida por una
representación de los rondeleros, queda iluminado por multitud de
pequeños candiles de aceite repartidos por las fachadas de las casas
que jalonan el camino.
La procesión discurre por algunas de las calles más empinadas y
estrechas del centro histórico, atravesando parte de lo que fuera el
antiguo Arrabal o barrio morisco.
¡VEN Y
PARTICIPA EN LA FIESTA!
PROMUEVE LA
TRADICIÓN ANDALUZA
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