Real Feria y
Fiesta de la Vendimia
Septiembre. Feria en la que celebra el "nacimiento"
del nuevo vino. Estas fiestas que tienen el título de "Real"
otorgado por Enrique III en 1.398, han sido declaradas de Interés
Turístico Nacional.

Real Feria de la Palma
En septiembre se celebra la Real Feria de La Palma
del Condado, una de las más antiguas de Andalucía al venirse
festejando continuamente desde 1398. A lo largo de todos estos años
la Feria ha evolucionado, desde su carácter económico de los
primeros tiempos hasta el clima festivo actual. El recinto de la
Feria de La Palma se sitúa en la Avenida de la Zarcilla. Un lugar
que en días de Feria queda ocupado por la alegría, el color, las
luces y los farolillos, es decir, queda inundado de fiesta. Unas 50
casetas, todas de acceso libre, permiten disfrutar de la gastronomía
y el vino de la tierra a todo aquel que visita La Palma en estas
fechas. Una diversión que queda garantizada si participa en algunas
de las actividades programadas por el Ayuntamiento para dar más
realce a este acontecimiento.
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La Caseta Municipal es testigo cada noche de
conciertos de grandes orquestas o grupos de reconocido
prestigio. Los más pequeños disfrutarán sin duda en la zona de
las atracciones o en la Caseta Guardería en donde los niños se
entretienen con su programación infantil, preparada
especialmente para ellos.
Los jóvenes también tienen su espacio en la
Caseta de la Juventud. Casetas de hermandades, peñas,
asociaciones y particulares completan la nómina de esta ciudad
efímera.
Sin duda, la mañana del domingo es especial. El
recinto ferial adquiere colorido con el paseo de caballos y
carruajes, con premios para los más vistosos. Mañana, tarde y
noche no tienen límites en la Feria de La Palma. El último
día, los fuegos artificiales cierran con broche de oro el
final de esta fiesta popular. |
Durante toda la Edad Media las ferias, a través de
las cuales se canalizaba el gran comercio, motivaron un considerable
incremento económico y demográfico de las tierras en las que tenían
lugar.
Esto incentivó el dictado de una serie de
beneficios y ventajas por parte de los legisladores, que
favorecerían su implantación en determinadas áreas,
fundamentalmente en el marco de la acción repobladora iniciada
tras la Reconquista.
La insuficiencia poblacional justificaba, de
este modo, la concesión en 1398 por parte del monarca Enrique
III El Doliente de una Carta de privilegio que dotaba a la
Villa de La Palma de una feria, de naturaleza agrícola, cuya
celebración tendría lugar a lo largo de los quince primeros
días de cada mes de septiembre.

Las finalidades de esta adjudicación eran la de
aumentar la riqueza de la zona y fomentar el asentamiento en
ella de colonos venidos de otras latitudes. Aunque con un
carácter eminentemente festivo en la actualidad, deferente del
original, la Real Feria de La Palma ha sabido continuar en el
tiempo hasta la reciente conmemoración del VI centenario.
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¡VEN Y
PARTICIPA EN LA FIESTA!
PROMUEVE LA
TRADICIÓN ANDALUZA
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